Cáncer de próstata. Un problema de salud cada vez más frecuente y con diferentes perspectivas.
El cáncer de próstata se sitúa en la actualidad como la neoplasia maligna más frecuente en el varón. Supera incluso al cáncer de pulmón. Existen diferentes factores de riesgo asociados al cáncer de próstata.
- La historia familiar de cáncer de próstata en familiares de primer grado,
- factores hormonales,
- raza,
- dietéticos,
- determinantes del síndrome metabólico.
Cribado poblacional
En el año 2010, la Asociación Europea de Urología, de acuerdo con los resultados del estudio ERSPC en el que se reduce un 20% la mortalidad por cáncer de próstata, recomienda y reconoce el beneficio del cribado con relación a la reducción de la mortalidad, no sin advertir de los efectos adversos de sobrediagnóstico y sobretratamiento.
En la actualidad no se recomienda el cribado poblacional sistemático para detectar cáncer de próstata. Pero sí en aquellos varones que deseen llevar a cabo un cribado voluntario. Además siendo conscientes de los riesgos y beneficios del cribado, con una valoración del riesgo individualizada.
Para el cribado del cáncer de próstata nos basamos fundamentalmente en la determinación del antígeno prostático específico (PSA) y la realización de un tacto rectal.
Con la información obtenida de ambas pruebas, se ofertará al paciente la posibilidad de una biopsia de próstata. Ésta es actualmente la única prueba que puede darnos el diagnóstico de certeza. En los últimos años se ha desarrollado de una manera importante la resonancia nuclear magnética (RNM). Es una prueba de diagnóstico por imagen capaz de ofrecer una magnífica resolución para indicarnos zonas sospechosas que pudiesen estar afectadas por cáncer de próstata clínicamente significativo. Sin duda, este avance en las pruebas de imagen, permite la realización de biopsias más seguras y certeras en el diagnóstico. Es posible que en los próximos años, la RNM se instaure como la prueba principal previa a la biopsia de próstata transrectal o transperineal.
Biopsia positiva. Cáncer de próstata.
En el caso de que la biopsia confirme la existencia de un cáncer de próstata, se nos presenta un escenario muy variado.
El cáncer de próstata, a diferencia de otros tipos y estirpes tumorales, tiene una presentación clínica muy variada. Puede clasificarse como:
– Localizado ( Riesgo bajo, intermedio o alto)
– Localmente avanzado
– Metastásico.
Esta variabilidad de presentación, nos hace barajar diferentes opciones de tratamiento.
Tratamiento.
Localizado.
Cuando el cáncer de próstata es localizado, el objetivo es curarlo minimizando los efectos adversos.
Si es de bajo riesgo y cumple una serie de criterios podemos ofrecer al paciente la vigilancia activa. Es decir, realizar un seguimiento estricto y plantear un tratamiento en aquel momento en el que observemos una evolución de su enfermedad neoplásica. Esta opción retrasa la aparición de los efectos adversos secundarios al tratamiento activo. Fundamentalmente incontinencia urinaria y disfunción eréctil.
En general, en pacientes de menos de 60 años, expectiva de vida muy prolongada e independientemente del nivel riesgo, lo más aceptado es la cirugía. No descartaremos sin descar otras opciones:
- Tratamiento focal (en bajo riesgo)
- Braquiterapia (en bajo riesgo)
- Radioterapia externa (en cualquier tipo de riesgo)
Localmente avanzado.
En los cánceres de próstata localmente avanzados, será necesario terapia multimodal. Es decir la combinación de algunas de las terapias anteriores, junto con tratamiento médico hormonal (bloqueo androgénico).
Metastásico.
En el cáncer de próstata metastásico habrá que optar por tratamiento médico hormonal asociado o no a quimioterapia, según afectación metastásica.
De cualquier forma, a día de hoy, disponemos de diferentes herramientas diagnósticas y variadas opciones de tratamiento. Éstas permiten individualizar el riesgo y realizar tratamientos más focalizados en función del resultado de la biopsia. El futuro, que cada vez es más presente, es realizar medicina personalizada en el tratamiento del cáncer de próstata. El objetivo de tratar (no sobretratar) y reducir los efectos adversos en el paciente.